Después de un largo respiro de siete años del ultimo disco “Comedown machine”, The Strokes nos sorprende con su nuevo trabajo The new abnormal. Un disco que expone otro momento de la agrupación norteamericana, quienes durante el receso han trabajando en proyectos alternos, explorando nuevas sonoridades.
The new abnormal es una producción que se acopla al sonido del pop sintetizado y el dance rock actual sin perder la sonoridad característica de The Strokes, canciones con guitarras poco producidas, sonidos análogos distorsionados al buen estilo del “Is this it ” del 2001, la voz de Julián quien juega con líneas melódicas que van conectando de manera simultánea con la música en registros extremos que llevan a estribillos pop pegadizos, calidades vocales como falsetes, distorsiones vocales, momentos de gran potencia vocal y sin dejar de lado el Auto-Tune como un color característico en el pop actual, el cual podemos apreciar en el precioso contrapunto modal al buen estilo de Bach al final de la canción “At the door” y el impecable trabajo de sintetizadores que se realizó en este disco de la mano del productor musical Rick Rubin figura importante para la fusión del rap y el hard rock.
The Strokes propone un disco que tiene un concepto audiovisual en donde expone la relación entre la tecnología y el mundo de The new abnormal. Este resalta un nuevo momento de la banda con una postura de aprecio a las estéticas pasadas, pero mas perceptiva a los devenires tecnológicos. La portada de The new abnormal es una reproducción de “Bird on money” cuadro del icónico artista Jean Michael Basquiat que pintó en 1981 y se interpreta como una aproximación empírica a las diferentes capas de la realidad social en la que se vive. The new abnormal es una lectura estética modernizada de lo que sucedía a inicios de los 70s, 80s, el legado de la new wave neoyorquina y del post-punk de Televisión pop al estilo de Blondie y Talking Heads.
Es un disco maravilloso que piensa y aborda varios públicos desde los amantes del rock, el pop hasta los amantes de los nuevos sonidos procesados, con un Julián Casablancas renovado y arriesgado. Sus nueve canciones invocan a la conexión de diferentes épocas sonoras de la banda y su relación con el oyente las cuales desearás volver a escuchar y serán parte de tus playlists. Guitarra a un lado derecho e izquierdo sonando arreglos diferentes que encuentran su perfecta armonía, algo característico de The Strokes. Es de resaltar la deconstrucción sonora que se ha logrado en este disco sin perder su esencia sonora como gran banda.